El arte es infinito, la creatividad nunca se agota, pero no siempre podemos dar el máximo que demanda esta sociedad de crecimiento incansable e imparable en la que vivimos.
Hay días brillantes y días desastrosos en los que un creativo no debería intentar ni siquiera pensar en sacar nada bueno de su baúl mental.
No todos los días se puede estar bien, no siempre deberíamos ser explotados, no siempre se puede abusar de nuestras mentes para exprimir al máximo el cerebro y que el mecanismo no se pare. Necesitamos un respiro, aire nuevo para nuestro SER. No siempre podemos darlo TODO por un sistema que nos mata lentamente en su enferma mente de hielo.
¿Hacia dónde nos dirigimos en esta vorágine EGOísta de hambre salvaje por seguir consumiendo? ¿por seguir devorando nuestras mentes cansadas, exprimidas, que piden clemencia a gritos?
El crecimiento exponencial en el que sobrevivimos NUNCA nos dará la plenitud de vida que ansiamos. No es más que puro espejismo que refleja el diabólico juego perverso al que nos tienen atados, pegados con loctite al televisor de la mente de un autómata, con energía infinita para continuar hasta la nada, hasta que el cuerpo resista… hasta el agujero negro que nos devorará sin piedad.
¿Hasta dónde aguantarán nuestras mentes? ¿hasta cuándo?
En el preadolescente siglo 21 nos encontramos a las puertas de una nueva civilización.
Crearon una máquina casi perfecta, una a la que le faltan únicamente unos pequeños retoques para que sea su invento definitivo; uno inagotable, obediente y temeroso al que poder manipular a su antojo: LA MÁQUINA HUMANA.
Con ella mueven el mundo, gracias a ella se nutren, tragan sin cesar esa energía suprema (ignorada por los pobres ilusos humanos), que sirve de alimento a los monstruos que habitan en la Tierra celeste.
La máquina casi está a punto, solo falta un poco más de los ingredientes secretos y estará lista para ser fabricada en masa y explotada hasta la saciedad.
Un poco más de opresión; una pizca de perversidad violenta disfrazada de juegos de guerra; más el ingrediente principal con el que se prepara la gran receta, EL MIEDO; y cómo no, echar siempre ese gran ingrediente analgésico, adormecedor de mentes que es la caja tonta, amenícelo con mucho anhelo consumista, redes sociales para calentar las máquinas, mucho MTV con sus ladys Gaga’s tan enriquecedoras para nuestro fin… y casi listo. Ahora lléneles la cabeza con todo el popurrí farandulesco al que les hemos acostumbrado, trate de inculcarles que el mundo venidero será su salvación, véndales con astucia los beneficios del trabajo como modo de vida, y listo.
No tendrán que preocuparse nunca más por reivindicaciones o insignificantes mentes que se quieran hacer las heroínas. En el mundo venidero el humano se habrá fusionado con lo artificial, dando paso a un híbrido ciborg-humano al que no hará falta controlar, pues él mismo nacerá programado para vivir según su programación mental al servicio del poder opresor.
Y el mundo seguirá girando y girando, hasta que la Tierra diga BASTA, hasta aquí llegué, hasta aquí puedo resistir… entonces ya será demasiado tarde… nuestro mundo no podrá soportar más.
NO más violencia, NO más opresión, NO más sanguijuelas que nos encierren en formol. Se cansará de los insultos, de las aberraciones cometidas en su piel, se cansará de ser violada constantemente, del NO respeto hacia su SER. La Tierra dirá basta, hasta aquí llegué, dejadme en PAZ conmigo misma, ahora seré yo la que os devoraré.
Y el mundo se hará hielo… ya nada nos podrá salvar. En este sueño eterno, el que pensábamos que era real…
TODOS A UNA – SOMOS EL 99% - NOSOTROS TENEMOS EL PODER DE CAMBIAR EL MUNDO
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